© Pedro Morazan 20.09.2024 Según el Banco Central de Honduras (BCH), las remesas como porcentaje del PIB han aumentado del 18 por ciento en 2016 al 25.7 por ciento en 2023. Esto convierte a Honduras en uno de los 10 principales países receptores de remesas del mundo. En vista de que las remesas se han convertido en un factor determinante para el funcionamiento de la economía hondureña, se hace necesario profundizar en el análisis de los mecanismos de funcionamiento y las implicaciones micro- y macroeconómicas. En vista de la relevancia de las remesas para el buen funcionamiento de la economía hondureña, es de suma importancia promover el marco adecuado que permita una mayor inclusión financiera de los hogares que reciben remesas.
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Hacia una Economía política de las remesas en Honduras

© Pedro Morazán, 20.09.2024

La migración irregular y las remesas

Juan López, al igual que Berta Cáceres y muchos otros luchadores por la protección del medio ambiente en Honduras, han sido víctimas de la violencia estructural que azota a este país. Seguramente a pocos metros de la casa de hogar de las victimas mencionadas, vivían Carlos o María, gente pobre que habrían intentado, al igual que Juan, mejorar, sin éxito, la situación en sus comunidades. Carlos de 28 años de edad o María de 23 años decidieron mejor huir de la violencia y de la pobreza. Ninguno de ellos logró concluir sus estudios de educación secundaria y ambos dejan un hijo pequeño a cargo de sus parientes. Decidieron huir de la pobreza y de la violencia y ahora viven en Texas o California o en cualquier lugar de los Estados Unidos donde les es posible ganar en promedio más de 800 dólares semanales que, multiplicados por cuatro que tiene un mes, vendrían a ser 3200 dólares mensuales.

Carlos o María llegaron allá como indocumentados y aunque aun no han arreglado sus papeles, ya están en capacidad de enviar a sus familiares en Tocoa o en Villa Nueva, más de 7,800 lempiras mensuales, es decir un 10% de sus ingresos. Es por ello que, actualmente, diez de cada cien hondureños en edad e trabajar emigran a los Estados Unidos. Los nombres son ficticios y todas las cifras mencionadas en este texto, están basadas en los promedios estadísticos que se han calculado para Honduras en diversos estudios sobre migración irregular y remesas.

Me he ocupado de estos temas desde hace ya más de 10 años y, si bien es cierto me ha tocado investigar más a países africanos, he comprobado que existen aspectos comunes sobre las remesas que es necesario analizar. Para comprender el fenómeno es necesario resaltar algunos factores como las causas de la migración irregular, mecanismos y canales o corredores para las remesas, el impacto en la economía del país de origen, las Fintech y su influencia en los costos así como el marco legal en los países receptores.

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Como bien se sabe, la gran mayoría de los hondureños que emigran, lo hacen en dirección a los Estados Unidos de América. Texas, Florida y California son los Estados preferidos entre los migrantes hondureños. Existen varias regiones y departamentos de expulsión en Honduras y aunque la mayor migración transfronteriza proviene de Francisco Morazán y Cortés, habitantes de todas las zonas urbanas y rurales deciden abandonar el país en busca de mejores condiciones. Esta diversidad geográfica sugiere que la población hondureña de migrantes en Estados Unidos tiene perfiles financieros diversos, un acceso variable a productos y servicios financieros y preferencias potencialmente diferentes para el envío de remesas (USAID 2022). Por otro lado, debido al bajo nivel educativo de la gran mayoria de migrantes, estos perciben salarios más bajos. En muchos casos la falta de cédula de identidad debido a su minoría de edad al salir de Honduras y la falta de identificación que les impide utilizar servicios bancarios una vez siendo mayores. Una gran cantidad de migrantes centroamericanos permanecen indocumentados por largo tiempo, lo que les impide una mayor inclusión financiera.

La migración, sin embargo, no es siempre para los más pobres. Se trata de una aventura muy costosa, en la que toca pagarle a los «coyotes» que acompañan a los migrantes a lo largo de todo el corredor, mostrándoles puntos ciegos y rutas de acceso. A Carlos la inversión le salió por 8 000 Dólares mientras que María pagó 6 000. Tanto el uno, como la otra se fueron endeudados, pero no había otra forma de afrontar el reto. En muchos casos el destino de las remesas son los países de transito. Los que se han quedado varados en México, por ejemplo, reciben remesas de sus familiares para poder sobrevivir el día a día (Abuelafia 2019).

Para los «coyotes» la migración ilegal es un negocio redondo en el que nunca pierden. Para los migrantes se trata siempre de una inversión llena de incertidumbres. La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos registró un promedio de 3 700 detenciones por día durante los primeros 21 días de mayo de este año. Evidentemente que solo una parte de los detenidos eran ciudadanos hondureños. Últimamente la cifra de venezolanos, cubanos y nicaragüenses parece haber aumentado muy rapidamente. Es importante tomar en cuenta que unos 130 550 ciudadanos hondureños fueron deportados entre 2018 y 2023, es decir un promedio de más de 21 800, anualmente (Orozco, 2024).

A pesar de las dificultades, toda vez que se ha logrado cruzar la frontera de manera ilegal, las probabilidades de encontrar un «pegue» o trabajo son bastante considerables, especialmente en la agricultura. La mayoría prefiere, sin embargo trabajar en el sector de construcción o de servicios, en donde obtienen mejores salarios. Según el Banco Central de Honduras (BCH), las remesas como porcentaje del PIB han aumentado del 18 por ciento en 2016 al 25.7 por ciento en 2023. Esto convierte a Honduras en uno de los 10 principales países receptores de remesas del mundo. Alrededor del 80 por ciento de las remesas llegan de Estados Unidos, donde viven más de un millón de hondureños, entre residentes legales e indocumentados, según autoridades de Tegucigalpa.

Las remesas se han convertido en un factor importante para las economías centroamericanas. Más del 70% de las remesas que llegan a esta región provienen de los Estados Unidos. En el caso de Honduras esta cifra alcanza incluso el 90%. El aumento del empleo en los sectores estadounidenses en los que trabajan los migrantes, como los servicios de alimentos y bebidas, los servicios de salud y la construcción, contribuyó al crecimiento de las remesas a América Latina. Según el informe de la Oficina del Censo de Estados Unidos, la población nacida en el extranjero procedente de América Latina era de 23,2 millones, es decir la mitad de los 46,2 millones de personas nacidas en el extranjero que vivían en Estados Unidos en 2022. De ellos, solo México y América Central representaban 14,6 millones (Oficina del Censo de Estados Unidos, 2024).

 

Impacto a nivel comunitario y de mercado

El consumo de remesas es también un importante flujo de dinero en divisas que dinamiza las economías locales. El consumo estimulado por los flujos de remesas se concentra en la satisfacción de necesidades básicas, salud y educación. Dicho consumo puede extenderse, sin embargo, hasta las llamadas compras suntuarias, siendo los principales ejemplos la adquisición de electrodomésticos de lujo, teléfonos móviles y ropa de alta gama. Más allá del consumo suntuario en algunos casos se ha fortalecido la economía local mediante el aumento de las inversiones en pequeños negocios, agricultura y tierras o granjas. En La Esperanza, la capital departamental y centro comercial de Intibucá, el 11% de los negocios se financian con las remesas de los emigrantes retornados (USAID 2013).

Los enormes flujos de divisas son una gran oportunidad de negocios para la banca comercial en Honduras y contribuyen a mantener un nivel estable de reservas internacionales para el Banco Central. A pesar de que los flujos masivos de remesas representan una oportunidad histórica para que Honduras mejore su sector financiero y aumente la inclusión financiera de los pobres, todavía es muy palpable la falta de acceso al crédito para las familias rurales. Las remesas a Honduras aumentan la bancarización de los receptores de remesas, aunque en niveles globales bajos. La inclusión financiera se refiere a dar a servicios financieros como cuentas, créditos y productos de seguros a las personas que carecen del mismo por falta de garantías. Estudios empíricos en todo el mundo sugieren que el desarrollo del sector financiero y la inclusión financiera tienen un impacto positivo en el crecimiento económico. El potencial para una mayor inclusión financiera de los receptores de remesas en Honduras debería ser mejor aprovechado.

Según una encuesta encargada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los receptores de remesas están interesados en acceder a más servicios financieros (IDB 2016). Sin embargo, los migrantes hondureños en Estados Unidos se enfrentan a obstáculos para acceder a una serie de servicios financieros, empezando por la falta de documentación. La mayoría de los migrantes no tienen un visado de entrada válido en Estados Unidos, ni un número de seguridad social y, a menudo, han perdido su identificación hondureña en el tránsito, o son demasiado jóvenes para tener una identificación hondureña cuando abandonan el país. Las instituciones financieras de Honduras han reconocido la oportunidad de inclusión financiera de los emigrantes en Estados Unidos y los beneficiarios de las remesas en Honduras. El uso predominante de los canales formales de envío de remesas crea un entorno propicio para la inclusión financiera, que aun no está siendo bien aprovechado.

Las instituciones financieras de Honduras han adoptado estrategias de marketing para convertir a los remitentes y receptores de remesas en clientes bancarios. Estos métodos dependen de la actitud general de la institución financiera hacia el mercado, el nivel de información disponible, el uso de la tecnología y los aspectos normativos en Honduras y en Estados Unidos. La mayoría de las instituciones financieras de Honduras se centran en el receptor como la puerta de entrada a la inclusión financiera. Los bancos y otras instituciones financieras están dispuestos a aumentar la educación financiera como condición previa a una mayor inclusión financiera. Varias instituciones financieras han impulsado el uso de la banca en línea y los teléfonos móviles para ampliar el acceso a los servicios por parte de los receptores.

Las remesas y su funcionamiento

En vista de que las remesas se han convertido en un factor determinante para el funcionamiento de la economía hondureña, sería necesario profundizar en el análisis de los mecanismos de funcionamiento y las implicaciones micro- y macroeconómicas. De hecho ya muchas instituciones de cooperación internacional, como la USAID o el Banco Interamericano de Desarrollo, han efectuado estudios que brindan cierta claridad sobre las dinámicas del fenómeno.

Se han llegado a identificar por lo menos cuatro cuestiones claves relacionadas con las remesas en Honduras (Orozco 2024). En primer lugar, la mayoría de los receptores inmediatos de remesas son mujeres amas de casa o personas que trabajan en el sector informal. En segundo lugar, de quienes reciben remesas, que ascienden a 1,3 millones de hogares, la mayoría (59%) no posee una cuenta bancaria, aunque si tienen ahorros (60%). Es de hacer notar que en comparación con quienes no reciben remesas, este grupo tiene mayor inclusión financiera. El porcentaje de personas sin ahorros y sin cuenta bancaria es mayor en los que no reciben remesas. Sin embargo, el margen para ampliar el acceso financiero es importante porque, en economías de escala, puede ascender a un mínimo de 800.000 personas más otro miembro de la familia en el hogar.

Hallazgos realizados en diversos estudios describen un ecosistema de remesas sumamente complejo y en rápida evolución (USAID 2022). Los remitentes y receptores de remesas enfrentan puntos de decisión en varias coyunturas cruciales, entre ellas:

  • Cómo enviar sus remesas (efectivo, tarjetas de débito/crédito, cheques), qué agentes de envío utilizar (físicos, digitales);
  • Qué operadores de pago utilizar (operaciones de transferencia de dinero, bancos);
  • Cómo recibir los fondos (efectivo, depósito directo, pagos directos a facturas de servicios públicos); y
  • Cómo gastar los fondos (consumo, ahorro, inversión): Las encuestas muestran que según las consultas realizadas, el 78% del dinero se destina a gastos de alimentación, el 31% se destina a gastos de salud y el 30% se utiliza para el pago de servicios básicos.

Mecanismos de envío de remesas

Los mecanismos que usan los migrantes para enviar dinero a sus familiares dependen del estatus que tengan. Aquellos que cuentan con una situación legal formalizada, transfieren sus remesas por lo general a través de giros bancarios. Muchos de los que residen en Estados Unidos reciben sus salarios predominantemente en efectivo o en forma de cheques. Esto es así, debido a la naturaleza de los trabajos que realizan estos migrantes, que a menudo tienen bajos salarios. Una gran proporción de migrantes hondureños tienen un estatus de indocumentados (que puede les impide recibir salarios mediante depósito directo). Por otra parte los bajos niveles de educación y de inclusión financiera dificultan el envío de remesas a travez del sistema bancario (USAID, 2022).

En la última encuesta del BCH, el 86.5% de los entrevistados manifestó realizar envíos por medio de empresas Operadores de Transferencia de Dinero (OTD), como Western Union o Money Gram, entre otros. Solamente un 6.3% manifestó realizar depósitos a cuentas bancarias; y el 5.3% mediante monederos o billeteras electrónicas. Apenas el 1.9% lo hacen de manera directa. Esto confirma el hecho de que los migrantes hondureños aun prefieren enviar su dinero a través de los operadores de transferencia de dinero (OTD). Se trata de un puñado de empresas que ejercen un control oligopólico del mercado de remesas, con extensas redes de agentes en todo el país y un mercado creciente (pero todavía rezagado en relación con las tendencias mundiales) de remesas digitales.

Según se informa, alrededor del 92 por ciento de las remesas en el corredor Estados Unidos-Honduras se transfieren a través de proveedores de servicios de remesas formales. Los migrantes hondureños, en gran proporción indocumentados, se sienten atraídos por los requisitos laxos de los OTD para las transferencias de dinero inferiores a 3 000 dólares estadounidenses y no necesitan proporcionar ningún tipo de identificación a menos que las circunstancias se consideren sospechosas. La distribución minorista de remesas en Honduras es posible a través de bancos, cooperativas de crédito, casas de cambio, diversas instituciones de microfinanzas y otros negocios comerciales como supermercados y ferreterías.

Los costos

De acuerdo al Banco Mundial, los bancos tradicionales representan el medio más costoso para enviar remesas con una comisión cercana al 11.8%; en segundo lugar, siguen las oficinas de correo con un 6.3%. Aunque si tomamos en cuenta las soluciones digitales, las cifras son mucho menores. Por un lado, los OTD mantienen comisiones del 5.4% en promedio, mientras que los de telefonía móvil, un 4.5%. Las tarifas de transacción asociadas con el envío de pagos de remesas en efectivo son alrededor de 1.4 puntos porcentuales más altas que las tarifas de envío de un pago de remesas mediante una transferencia bancaria o un pago digital. Esto significa que existe una oportunidad real de reducir las tarifas de transacción que pagan los hondureños al enviar remesas.

Los operadores de remesas desde Estados Unidos se encuentran entre los menos costosos para la región latinoamericana. Según la base de datos Remittance Prices Worldwide, los costos de envío de remesas a Honduras eran del 3.7 % en el cuarto trimestre de 2023. Este predominio de las empresas de remesas sobre los bancos se debe, en gran parte, a la disminución de los márgenes de beneficio de las remesas, que han hecho que muchos bancos en Honduras pierdan interés en el mercado. Si bien el panorama de las OTD es cada vez más competitivo, estos intentan cooperar con sus competidores digitales, poniendo a disposición amplias redes de agentes dentro de Honduras, lo que permite a los destinatarios cobrar su dinero en una variedad de lugares, incluidos bancos y tiendas. Sin embargo la tendencia que se observa a nivel mundial es una mayor penetración de las llamadas “Fintech” en el mercado de remesas.

Las Fintech en el mercado de remesas

La palabra “Fintech” es uno de los innumerables anglicismos tan comunes en la era digital y es una combinación de las palabras «finanzas» y «tecnología». Lo que se traduce como “tecnología financiera digital”, es un término que describe las aplicaciones móviles, el software y otras tecnologías que permiten a los usuarios y a las empresas acceder y gestionar sus finanzas digitalmente. Esto significa que el creciente uso de los teléfonos móviles es uno de los mayores impulsores de las Fintech.

© Foto Pedro Morazán 2024: Fintech y remesas

Viéndolo desde esta perspectiva, casi todas las fintech se entregan a los usuarios en forma de una aplicación que se puede descargar y utilizar fácilmente con un teléfono inteligente, tablet o PC. Asimismo, con este nombre se hace referencia a las empresas que ofrecen estos servicios, por ejemplo PayPal. Un informe de McKinsey afirma que la industria global fintech crecerá tres veces más rápido que la banca tradicional entre 2023 y 2028. Añade que es una industria que está en la era de creación de valor en vez de crecimiento explosivo. En América Latina existen 2.482 plataformas fintech, equivalentes al 22,6% del total de este tipo de firmas a nivel mundial.

Como es de suponer, las aplicaciones de Fintech están penetrando aceleradamente el mercado de las remesas. Esto es así porque, además de una mayor reducción de costos y agilización de las transacciones, las fintech pueden promover la inclusión financiera, para personas que carecen de una cuenta bancaria. Separadas de las sucursales bancarias y las redes de agentes, las remesas digitales pueden llegar a hogares remotos y de bajos ingresos. En Centroamérica hay un porcentaje superior de fintech dedicadas a pagos y remesas en comparación con el resto de la latinoamérica. Las remesas digitales también son más rápidas que las canalizadas físicamente y la información asociada puede complementar los instrumentos bancarios tradicionales para la evaluación de la solvencia.

Del total de empresas fintech que se dedican a este segmento en Latinoamérica, un 37.9% se encuentran en Centroamérica. Esto debido al alto índice de entrada de remesas y “la consecuente demanda de soluciones locales que se puedan adaptar a las particularidades de cada país”. Las plataformas dedicadas a pagos y remesas presentan un 21 % del ecosistema regional, seguido de un 19 % de las empresas que otorgan préstamos y un 13 % para las firmas que gestionan finanzas empresariales. El mercado más avanzado lo tiene Costa Rica, seguida de Guatemala. Honduras cuenta apenas con 18 Fintech, según los últimos datos del BID.

En Honduras algunas instituciones financieras han sido pioneras en el uso de la banca en línea y los teléfonos móviles para ampliar el acceso a los servicios por parte de los receptores de remesas. Los pioneros en Honduras fueron el Banco Ficohsa y la compañía de telefonía móvil Tigo que lanzaron en 2007 servicio llamado FICOCEL, que permitía a los usuarios manejar y operar los productos bancarios desde un teléfono celular TIGO. El Banco Ficohsa ofrece cuentas remesas para atraer a lo clientes. Por medio de la billetera móvil “TENGO” se tiene acceso a un servicio las 24 horas del día. Los servicios incluyen pagos con tarjeta de crédito, cotizaciones de préstamos, consultas de saldos de cuentas corrientes y de ahorro, transferencias entrantes y salientes, notificaciones de pagos con tarjeta de crédito y reembolso de préstamos.

Otro servicio de telefonía móvil, BAC Móvil proporcionado por BAC Bamer, ofrece funciones similares pero con cualquier operador de telefonía móvil. También el Banco Atlántida tiene ofertas especiales para enviar y recibir remesas familiares. Ha habido una fuerte reducción del monto inicial para abrir una cuenta de ahorros (L. 250.00) que constituye quizás la oferta más sobresaliente. Es de hacer notar que también se ha introducido el servicio rápido que permite recibir las transferencias en cuestión de minutos. Al igual que los otros bancos, existe cooperación con las principales “remesadoras” (OTD) activas en el mercado de remesas de los Estados Unidos como Western Union o MoneyGrame. Los receptores de remesas pueden abrir directamente una cuenta desde su celular, descargando la aplicación “Atlántida Móvil”.

Los costos del sistema bancario hondureño siguen siendo, sin embargo, demasiado elevados y por ello muy difícilmente podrán hacer frente a las plataformas Fintech internacionales que están penetrando el mercado.

La mayoría de los destinatarios optan por cobrar sus pagos en efectivo, lo que puede deberse a los bajos niveles de inclusión financiera y bancarización, el predominio del efectivo en la economía hondureña en general y factores socioculturales que llevan a los consumidores a preferir el efectivo. Las remesas digitales están ganando popularidad, en particular desde el inicio de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, la adopción de estas tecnologías ha quedado rezagada con respecto a las transacciones más “tradicionales” basadas en efectivo por una amplia gama de razones, incluidos los bajos niveles de inclusión financiera y alfabetización digital, y las regulaciones que han creado importantes barreras de entrada para las empresas de tecnología financiera.

Mecanismos de recepción

Los países receptores con un gran alcance geográfico bancario (El Salvador) dependen relativamente más del sistema financiero para recibir los pagos. Xoom y Remitly ofrecen retiro de efectivo en tiendas de cadena (como Elektra en Honduras y Guatemala, o Super Selectos en El Salvador), en instituciones de microfinanzas (MiCoope en Guatemala, Fedecrédito en El Salvador e Intibucana en Honduras) u ofrecen entrega de efectivo a domicilio como en República Dominicana (IMF, 2021).

Los mecanismos de recepción dependen , naturalmente de los mecanismos de envío. En Honduras, el mercado de las remesas está muy concentrado en los OTD, con una reciente expansión hacia las instituciones de microfinanzas. El mercado de las instituciones de microfinanzas es aún pequeño y está encontrando su nicho. Las empresas internacionales de transferencia de dinero, como Western Union, WorldRemit o MoneyGramn también están en el mercado de las remesas. A pesar de la creciente red, la disponibilidad de servicios de remesas en las zonas rurales es limitada. Las cooperativas de ahorro y crédito facilitan el acceso a las remesas en las zonas rurales de Honduras, pero muestran muy poca flexibilidad. En 2006, las cooperativas distribuyeron alrededor del 20% de todas las remesas enviadas a las zonas rurales. Por cuestiones de seguridad, una mayor expansión de la red de agentes de pago de remesas es limitada.

A pesar de la creciente red, la disponibilidad de servicios de remesas en las zonas rurales es limitada. Los proveedores de servicios de remesas tienen en conjunto no más de unas 700 oficinas de pago en Honduras (sin contar los puntos de venta de empresas comerciales). Unas 500 oficinas son puntos de acceso ofrecidos por bancos comerciales, 65 por casas de cambio, 90 por cooperativas y varias más por instituciones de microfinanzas. La mayoría de las sucursales, así como la red de 1.338 cajeros automáticos (ATM), se concentran en unas pocas ciudades principales.

¿Qué hacer?

En vista de la relevancia de las remesas para el buen funcionamiento de la economía hondureña, es de suma importancia promover el marco adecuado que permita una mayor inclusión financiera de los hogares que reciben remesas. Dado el impacto que tienen las remesas a nivel local, es importante vincularlas con estrategias de desarrollo sostenible, que incluyan también la mejora de la infraestructura y la implementación de medidas de mitigación y adaptación al cambio climático. Como hemos visto más arriba tanto el sector bancario como las Fintech están desarrollando ofertas que contribuyen a la inclusión financiera de los migrantes y sus familias. Sin embargo todavía se puede hacer más, tomando en cuenta la experiencia de otros países con niveles similares de desarrollo. La creación de las llamadas “billeteras digitales” podría tener impacto en la mayor inclusión financiera de las familias que reciben remesas.

En ese sentido es de hacer notar la iniciativa de las autoridades de la Banco Hondureño para la Producción y la Vivienda (Banhprovi), que han realizado visitas a Estados Unidos para que los migrantes inviertan sus remesas en el sector hipotecario, específicamente los programas para mejoras y compras de casas de interés social (hasta 1.2 millones lempiras) y viviendas clase media.

Uno de los obstáculos más grandes lo constituyen las regulaciones existentes para combatir el lavado de dinero proveniente del narcotráfico. La experiencia ha demostrado que todavía siguen pagando justos por pecadores. Actualmente, esta ambigüedad permite la bancarización de los migrantes no bancarizados en Estados Unidos. Sin embargo, se desconoce la calidad del KYC (Conoce a tu cliente) que realizan los bancos. Las autoridades deberían adoptar un enfoque equilibrado entre la mitigación de los riesgos de lavado de dinero y la mejora del acceso a los servicios financieros. Es importante regular primero a las empresas de transferencia de dinero para crear igualdad de condiciones. La CNBS juega aquí un papel crucial.

Uno de los problemas que se han podido observar en Honduras es que las diversas instituciones que se ocupan con las remesas lo hacen de manera aislada. Las actividades del Banco Central de Honduras parecen no tener suficiente coordinación con la CNBS y con el sector privado. ha preparado un proyecto de reglamento para las empresas de transferencia de dinero. Hace ya algunos años se proponía formar un comité para la recopilación de datos. El gobierno de Honduras podría considerar la formación de un comité nacional para maximizar los recursos disponibles para una mejor recopilación de datos. El comité podría reunir a las principales partes interesadas, entre ellas el INE, el Banco Central, la CNBS y la UIF, para intercambiar información sobre los datos y producir mejor información mediante la coordinación.

Las autoridades deberían aplicar las nuevas regulaciones de manera gradual en términos de requisitos y plazos. El marco regulatorio debería ser sólido, predecible, no discriminatorio y proporcionado. Debería abordar la transparencia, garantizar la protección del consumidor y exigir que los proveedores de servicios de transferencia de dinero rindan cuentas de sus servicios. Si desde el principio se imponen requisitos demasiado complejos a las empresas recién reguladas, podrían desanimarlas a obtener una licencia y operar ilegalmente.

En el caso de Honduras es de vital importancia desarrollar y mantener un marco de seguimiento y supervisión dotado de altos niveles tecnológicos. Las dependencias gubernamentales y las autoridades tienen el reto de desarrollar los instrumentos necesarios para identificar los riesgos de lavado de dinero que incluya los riesgos geográficos, las implicaciones de autoridades y partidos políticos, las amenazas en materia de seguridad. La aplicación de factores de riesgo en el seguimiento y la supervisión facilitará su eficacia y un mejor uso de los recursos financieros y humanos vinculados a las remesas. La UIF está en mejores condiciones para desarrollar un marco de identificación de riesgos.

La CNBS tiene el reto de armonizar y coordinar mejor las reglamentaciones estatales y las inspecciones de las empresas de servicios monetarios. Si bien los reguladores estatales han hecho esfuerzos voluntarios para armonizar las reglamentaciones estatales para las empresas de servicios monetarios, existen lagunas en los requisitos y procedimientos para obtener una licencia, lo que genera mayores costos para la operación comercial. Los reguladores estatales deben seguir armonizando los requisitos reglamentarios para obtener una licencia de MSB. Las inspecciones de las empresas de servicios monetarios por parte de los reguladores estatales y el IRS deben coordinarse mejor para centrarse en las inspecciones de las empresas de servicios monetarios de alto riesgo.

El reto principal consiste en desarrollar la infraestructura necesaria para un sistema de pagos que conduzca no solamente a una mayor inclusión financiera, sino además a promover inversiones sostenibles tanto en la infraestructura comunitaria como en la inversión privada. Es quizás digno mencionar como ejemplo el “Programa 2×1” del Gobierno de Aguascalientes en México, mediante el cual la administración estatal pondrá un peso por cada peso que reciban las familias de migrantes que envíen el dinero para emprender algún negocio o realizar mejoras en infraestructura.

María y Carlos viven aun en la incertidumbre, no solo por el difícil ambiente laboral en su nuevo país de destino, sino también por la creciente frustración política que se vive en su país de origen. Se ha avanzado mucho en lo referente al marco legal que promueve las remesas. Lo que se ha hecho, sin embargo aun no es suficiente, si se toman en cuenta los potenciales existentes. La energía de María y Carlos se podría transformar en una motivación mayor par ayudar a sus comunidades si cuentan con el apoyo del gobierno y la cooperación internacional.

Referencias

Abuelafia, E. (2019). In the footprints of migrants: perspectives and experiences of migrants from El Salvador, Guatemala and Honduras in the United States, Emmanuel Abuelafia, Giselle Del Carmen, Marta Ruiz-Arranz, IDB Monograph ; 775.

BCH (2023). Remesas familiares en Honduras 2017-2022, autor Elvis Teodoro Casco Alaro, Banco Central de Honduras, Tegucigalpa.

BCH (2024). Resultado de Encuesta Semestral de Remesas Familiares, Banco Central de Honduras, Tegucigalpa https://www.bch.hn/estadisticas-y-publicaciones-economicas/sector-externo/informes-y-publicaciones/resultado-de-encuesta-semestral-de-remesas-familiares 

Bermeo, S. and Leblang, D. (April 1, 2021). “Climate, violence, and Honduran migration to the United States”. Brookings Institute. https://www.brookings.edu/blog/future-development/2021/04/01/climate-violence-and-honduran-migration-to-the-united-states/

Bersch, J., Clevy, J.F., Muhammad, N., Ruiz, E.P., and Yakhshilikov, Y. (June 25, 2021). “Fintech Potential for Remittance Transfers: A Central America Perspective”. IMF, Working Paper 21/175. https://www.elibrary.imf.org/view/journals/001/2021/175/001.2021.issue-175-en.xml

Finnovista, BID, BID Invest (2024). Fintech en América Latina y el Caribe: un ecosistema consolidado con potencial para aportar a la inclusión financiera https://www.finnovista.com/wp-content/uploads/2024/06/IV-INFORME-FINTECH-EN-ALC.pdf?ref=latamrepublic.com

Maldonado, R. y Harris, J. (2023). Las remesas a Latinoamérica y el Caribe al primer semestre de 2023: retomando el crecimiento previo, Nota técnica del BID; 2845.

Morazán, P. (2018). Geld in Bewegung: Warum Heimatüberweisungen billiger, sicherer und schneller werden müssen, SÜDWIND Institut, Bonn.

Morazán, P. (2019). Chancen und Grenzen der Digitalisierung von Heimatüberweisungen aus Deutschland, SÜDWIND Institut, Bonn.

Orozco, M. (2024). Remittances and Development in Honduras: Bridging Opportunities, Inter-American Dialog, Washington.

USAID (2022). Economic Analysis of the Honduras Remittance Ecosystem: An Assessment of the Role Remittances have on Financial Inclusion and Development Outcomes, Center for Economics and Market Development, Bureau for Development, Democracy, and Innovation.

IDB/World Bank (2010). The U.S.-Honduras Remittance Corridor Acting on Opportunities to Increase Financial Inclusion and Foster Development of a Transnational Economy, Washington.

IMF (2021). Fintech Potential for Remittance Transfers: A Central America Perspective, IMF Working Paper Prepared by Julia Bersch, Jean François Clevy, Naseem Muhammad, Esther Pérez Ruiz, and Yorbol Yakhshilikov, Washington.

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